Cuando vemos una obra de Máximo Laura por primera vez, una de las primeras cosas que nos llama la atención es la combinación de los colores intensos y vibrantes, pero al mismo tiempo con sutiles cambios, que fluyen por la obra.

Cada parte del tapiz esta tejido con hilos de colores sólidos, pero si miramos de cerca, podemos ver que cada granulación, cada punto en el tapiz, contiene varios colores de hilos distintos, lo que crea una ilusión óptica de mezclas, generando el efecto pictórico de la obra. 

En este artículo quisiéramos enseñarles cómo se logra este efecto. Usaremos el tapiz “Fruto Abundante en el Mar” como ejemplo:

Antes de explorar como se crean los colores para esta obra, quisiéramos compartir un poco de historia y explicar como Máximo creaba los colores al inicio de su carrera.

En los años 80s y 90s, Máximo diseñaba sus obras en base a colores sólidos.

Si observamos una obra de ese periodo, podemos ver que cada sección del diseño tiene un color especifico, así que en el proceso de creación, se le asignaba un color a cada sección y luego se tenían todos los colores para poder tejer la obra.

Este es el proceso tradicional que todavía es utilizado por muchos tejedores en la ciudad de Ayacucho (ciudad natal de Máximo).

A principios de la década del 2000, Máximo comenzó a experimentar con otras formas de obtener colores con el fin de darle una nueva luz y profundidad y lograr obtener todos los tonos que imagina en sus pinturas.

Podemos tomar como ejemplo el tapiz “Templo del Sol en Solsticio“, donde a simple vista no logramos ver toda la complejidad de color, pero si nos acercamos más, podemos ver que cada granulación está conformada por varios colores distintos. 

El primer paso en este proceso es crear un dibujo lineal. Luego, el dibujo es pintado sin limitaciones, con tonos que luego serán creados a través de la mezcla de hilos de colores sólidos.

Con esta nueva forma de crear colores, que compartiremos a continuación, la pintura inicial ya no está limitada a colores sólidos, sino que da paso a la libertad de experimentar y colorear de forma ilimitada. 

La creación de los colores comienza con hilos de colores sólidos, diferentes tonos que luego serán mezclados en “cahites”, mariposas de hilos de colores.

Durante este proceso, la pintura del tapiz se divide en distintas áreas de color, cada área representa un grupo de tonos que se reflejará en un grupo de cahites. Los cahites luego van a ser usados para tejer el tapiz.

Cada cahite puede tener entre 2 – 12 hilos colores distintos, dependiendo del rango de color que se necesita lograr. Cada área del tapiz puede tener entre 5 – 12 cahites matizados. 

Es por este proceso que se obtienen distintas tonalidades en el tapiz, haciendo que nuestra vista genere una ilusión de colores ya mezclados.

A continuación, podemos ver una pequeña parte de este proceso, donde se identifica cada área de la obra y luego se mezclan los colores en cahites, haciendo que cada grupo de cahites coincida con el esquema de color del área. 

Este proceso se hace para cada sección de la obra, hasta que todas las áreas estén representadas en cahites. 

En total, para este tapiz, que mide 120 x 240 cm, se crearon 520 cahites distintos, con aproximadamente 130 colores sólidos.

A continuación podemos ver los 520 cahites juntos: 

Una vez que todos los cahites han sido creados, el maestro tejedor a cargo los usara en la proporción y en el lugar exacto, interpretando adecuadamente los colores dentro de la obra.

La obra se tejera línea por línea de manera horizontal, un proceso que se debe continuar hasta completar la obra. 

Esperamos que les haya gustado explorar esta parte del proceso de color!

Cualquier consulta que tengan pueden escribirnos directamente a info@maximolaura.com